martes, 31 de julio de 2012

En la costa de California

Científicos de la Univesidad de California en Santa Bárbara y de la Universidad de Oregón han descubierto diamantes microscópicos enterrados a pocos metros de la superficie de la isla de Santa Rosa, en la costa de Santa Bárbara. Tras ser analizados, los investigadores han concluido que pertenecen a un antiguo cometa que debió impactar en Norteamérica.

James Kennett, profesor emérito de la Universidad de California en Santa Bárbara, recuerda que fue en ese mismo momento de la prehistoria cuando se extinguió el mamut pigmeo, una versión enana y endémica de la isla, del mamut norteamericano.

El sedimento en el que se encontraron los restos hexagonales del cometa también está relacionado con otro tipo de diamantes y contiene pruebas que indican cambios ambientales muy bruscos, como los causados por un fuego.

"Hubo un episodio importante de extinciones hace 12.900 años", añade J. Kennett. Se estima que unos 35 tipos de mamíferos, como los félidos dientes de sable, y 19 tipos de aves desaparecieron de Norteamérica para siempre. "No se podría explicar este conjunto de materiales sin un impacto cósmico y una serie de incendios asociados". Esta hipótesis encaja con el enfriamiento climático abrupto como el que ha quedado registrado en los sedimentos oceánicos bajo el canal de Santa Bárbara (que separa a la isla Santa Rosa de California).

Dicho enfriamiento tuvo lugar cuanto el polvo debido a los múltiples impactos, las altas temperaturas y las altas presiones se elevó hacia la atmósfera causando una caída drástica de la radiación solar, dijo Kennett.

El enfriamiento del Dryas reciente fue muy claro en Europa. Y, aunque no fuese un fenómeno global, parece que el enfriamiento del agua oceánica no se circunscribió al Atlántico Norte sino que existen indicios de que afectó a muchas otras regiones y latitudes: desde la Patagonia, en Argentina, hasta el Mar de Sulu, en Filipinas.

El Dryas reciente terminó aún más bruscamente de como había comenzado. En unas pocas decenas de años, hacia el año 11.500 antes del presente, se produjo en Groenlandia una subida térmica de hasta 10ºC.

Contrateoría Clovis

 Octubre de 2010. Una nueva investigación desafía la controvertida teoría de que el impacto de un cometa devastó la civilización Clovis, una cultura del final de la Era del Hielo en América del Norte.
Los arqueólogos Vance Holliday (Universidad de Arizona) y David Meltzer (Universidad Metodista del Sur) argumentan que no hay nada en el registro arqueológico que sugiera una desaparición abrupta de los asentamientos clovis.

Holliday y Meltzer sugieren que la falta de ocupación humana posterior en los yacimientos arqueológicos Clovis no es razón suficiente para suponer un colapso de la población; antes bien, puede tratarse de una emigración, o de un cambio de hábitos motivadas por procesos geológicos locales.
La cultura Clovis habitó los Dry Falls hace al menos 13.500 años, pero aún antes estuvo habitado. ¿Qué les aguardaba a quienes se aventuraran por los helados terrenos del Estado de Washington al final de la última glaciación?
Realmente nada bueno, aunque sí espectacular, porque con el aumento de las temperaturas los imponentes glaciares que reinaron durante milenios sobre Norteamérica empezaron a desaparecer y, claro está, inmensas corrientes de agua surgieron rápidamente arrasando a su paso todo lo que lograban alcanzar.

La cultura Clovis

 
A la cultura Clovis se le atribuye una fecha final de hace 11.500 a 10.800 años.
Clovis es la cultura de la megafauna, y se extiende por toda América del Norte, desde Canadá hasta el norte de México y desde la costa Este a la Oeste.
El mamut era su principal fuente de alimento, aunque también cazaban mastodontes, formas extintas de bisonte, caribúes, ciervos, pequeños mamíferos, pescaban y recolectaban diferentes tipos de bayas.
En 2007 aparece la teoría del cometa Clavis.
Hace 12.900 años dió origen una "zona muerta" en el registro arqueológico humano de Norteamérica, que abarca desde esa fecha hasta unos 500 años después.
La hipótesis del cometa Clovis expone que una enorme explosión atmosférica o un impacto contra el suelo de uno o múltiples objetos procedentes del espacio habría dado comienzo al periodo frío del Dryas Reciente, hace unos 12.900 años.
Esto sucedió al mismo tiempo o muy cerca de la gran extinción de la megafauna norteamericana, mamuts y perezosos terrestres gigantes entre otros, y la desaparición de la cultura prehistórica Clovis, que contaba antes de su extinción con una gran difusión por el continente.
“El equipo científico ha identificado tres niveles contemporáneos de más de 12.000 años en dos continentes que presentan materia silícea semejante a escoria (SLO)”, afirma H. Richard Lane, director de la División de Ciencias de la Tierra de la Fundación Nacional para la Ciencia de los Estados Unidos, organismo que ha financiado la investigación.
“La SLO apunta a un suceso de explosión o impacto cósmico de alta energía y respalda la opinión de que esos fenómenos motivaron el comienzo del Dryas Reciente, una época en la que se produjeron grandes alteraciones en las condiciones bióticas, humanas y climáticas”, añade Lane.
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Byron Pickering
El descubrimiento de vidrio derretido con indicios morfológicos y geoquímicos confirma que el material es de impacto. “La elevadísima temperatura a la que se derritió este vidrio parece ser idéntica a la generada en otros fenómenos resultantes de impactos cósmicos conocidos como el Cráter Barringer de Arizona y el campo de tectitas austral-asiático”, reconoce James Kennett, profesor de Ciencias de la Tierra de la Universidad de California-Santa Bárbara (Estados Unidos).
“Las temperaturas extremas necesarias son idénticas a las de la detonación de una bomba atómica, lo suficientemente elevadas como para que la arena se derrita y entre en ebullición”.

Caída de gran lluvia de meteoros

Indicios en tres continentes

Según los investigadores, los indicios materiales que respaldan la hipótesis del impacto cósmico del Dryas Reciente se reparten por tres continentes y cubren al menos 1/3 del planeta, desde California hasta Europa Occidental y Oriente Próximo.
El descubrimiento amplía el rango de indicios hasta Alemania y Siria, el emplazamiento más oriental identificado hasta la fecha en el Hemisferio Norte. El equipo aún debe precisar el límite del campo de residuos generado por el impacto.
“Debido a que los tres emplazamientos de Norteamérica y Oriente Próximo están separados entre sí entre 1.000 y 10.000 kilómetros, es probable que se produjeran tres o más epicentros de impacto o explosión importantes en el evento del Dryas Reciente, con probabilidad provocados por un enjambre de objetos cósmicos fragmentados de un meteorito o un cometa”, explica el profesor Kennett.
El artículo también cita ejemplos de otra investigación reciente que apoya la hipótesis del impacto del Dryas Reciente, y respalda la investigación de dos grupos independientes que descubrieron vidrio derretido en capas de esta época en Arizona y Venezuela.
El científico añade que el emplazamiento arqueológico de Siria en el que se descubrió el vidrio, Abu Hureyra, en el valle del Éufrates, es uno de los pocos de este tipo en los que se registra la transición desde una sociedad humana de cazadores recolectores nómadas a una de agricultores y cazadores asentados en aldeas permanentes. “Arqueólogos y antropólogos consideran la zona como la del “nacimiento de la agricultura” hace unos 12.900 años”, afirma el investigador.
“La presencia de una capa gruesa de carbón en una aldea prehistórica del emplazamiento sirio apunta a un gran fuego asociado con el vidrio derretido y las esférulas generadas por impacto datadas en 12.900 años”, añade. “Los indicios sugieren que los efectos en dicho asentamiento y en sus habitantes debieron ser graves”.
Fuente | Tendencias Científicas