Viejos trabajos puestos al día, nuevos arqueólogos,
geólogos, astrónomos y antropólogos están revitalizando la veracidad de una de
las grandes leyendas de todas las culturas humanas: el Diluvio Universal.
La cultura de Tiahuanaco, asociada al lago Tititcaca, en
Bolivia, es una de las grandes incógnitas de nuestro mundo; ni se sabe por qué
desapareció ni cómo se construyeron gigantescos edificios tales alturas, pero
en lo que muchos están de acuerdo es en que se trata de las más antiguas ruinas
de una civilización.
En su libro “Construidas antes del diluvio: el problema de
las ruinas de Tiahuanaco", Bellamy documenta la existencia de sedimentos marinos
en una extensión de 700 kilómetros en aquella área.
Las leyendas asociadas a esta enigmática cultura hablan de
que la debacle que la precipitó fue la ruptura del Lago Titicaca que dió origen al río Desaguadero y al lago Poópo.
Según el investigador ruso Immanuel
Velikovski, autor de “Mundos en colisión” y “La Tierra en el cataclismo”,
es preciso considerar que cuerpos estelares tuvieron que ver
con los cambios vividos en el planeta. Las hipótesis de que las debacles y catástrofes acaecidas en
nuestro planeta hayan sido provocadas por el impacto de cuerpos estelares
cobran fuerza a medida que los datos geológicos, los arqueológicos y los
antropológicos se interrelacionan para generar nuevas teorías sobre el clima y
su evolución. Entre otras cosas, estas teorías podrían explicar la desaparición
de grandes animales, “mastodontes” como el mamut, hace entre 9.000 y 12.000 años.
Velikovski sostiene que el fin de la Edad de Hielo ocurrió
hace tan sólo 12.000 años. El ruso fundamenta su
teoría en los fabulosos yacimientos de animales extinguidos cuyos huesos fueron
encontrados en descomunales fosas a las que habrían llegado, aparentemente,
movidos por una fuerza violenta. Fosas como la de Agate Spring Quarry en
Nebraska, comprenden 164.000 huesos de 800 animales diferentes. Los más numerosos
son de un pequeño rinocerante, otro caballo enano y un cerdo gigante. En
Alemania, en un hoyo situado en Neuköln, se encontraron restos fosilizados de
mamuts, bueyes almizcleros, bisontes, hienas, renos y dos especies diferentes
de elefantes. Todos sus huesos, al igual que en el yacimiento de Nebraska,
estaban revueltos, como si una corriente los hubiera juntadao, y su fecha de
datación es de hace 12.000 años, el final de la glaciación según las “modernas”
teorías.
Velikovski, como Hapgood, alude a las pruebas de la región de Tiahuanacu, con la imposibilidad para el traslado de semejantes piedras y la construcción de terrazas, para avalar la teoría de que no fueron las montañas las que se elevaron sino que fue el mar el que bajó.
Velikovski, como Hapgood, alude a las pruebas de la región de Tiahuanacu, con la imposibilidad para el traslado de semejantes piedras y la construcción de terrazas, para avalar la teoría de que no fueron las montañas las que se elevaron sino que fue el mar el que bajó.
En pocas palabras, las tesis que, con matices, sostienen
Hapgood, Bellamy y Velikovski, entre otros, es que la edad del hielo terminó hace 12.000 años, y que la acción de algún cuerpo
estelar como el mítico doceavo planeta o Marte, habría sido el
detonante del cambio en los polos magnéticos de la Tierra, lo que originó en
diferentes épocas planetarias, catástrofes como el diluvio universal y la
destrucción de los propios dinosaurios.
Alexander Tolman, de la Universidad de Vienta cree que hace 12.000 años hubo un descenso en la capa de ozono que nos protege de las nocivas radiaciones del sol, en el que tuvo bastante que ver el choque de un meteorito; que sería el Meteorito Clovis.
Matt Brinkman, por su parte, en “La datación de la Eda de Hielo” recuerda que hace 9.000 años perecieron muchos animales, como el mamut y grande felinos.
Alexander Tolman, de la Universidad de Vienta cree que hace 12.000 años hubo un descenso en la capa de ozono que nos protege de las nocivas radiaciones del sol, en el que tuvo bastante que ver el choque de un meteorito; que sería el Meteorito Clovis.
Matt Brinkman, por su parte, en “La datación de la Eda de Hielo” recuerda que hace 9.000 años perecieron muchos animales, como el mamut y grande felinos.
Toda esta corriente que abarca a eruditos de diferentes
campos del saber consideran que los bruscos cambios en la Biosfera habrían venido originados
por modificaciones en el sistema solar.
Todas estas teorías han provocado que diferentes
investigadores hayan vuelto a proponer la existencia de un gran cataclismo
planetario, hace entre 9.000 y 12.000, que habría acabado con grandes
civilizaciones en la tierra y habría quedado en la memoria colectiva de
numerosos pueblos como “el diluvio universal”.
En esta situación habrían quedado los sobrevivientes.
Las ciencias empíricas y las tradiciones espirituales se pondrían de acuerdo gracias a H. S. Bellamy, quien recopiló 500 leyendas de prácticamente todas las culturas del mundo que apoyan esta teoría y las similitudes.
Las ciencias empíricas y las tradiciones espirituales se pondrían de acuerdo gracias a H. S. Bellamy, quien recopiló 500 leyendas de prácticamente todas las culturas del mundo que apoyan esta teoría y las similitudes.
Confusión entre Cataclismo de hace 11.500 años y el Cataclismo de hace 5.125 años
Según la Biblia y la Torá judía, el diluvio se produjo hace poco más de 5.000 años, lo que demuestra que éste no es el diluvio 'universal', aunque no fue menos importante.