martes, 31 de julio de 2012

La cultura Clovis

 
A la cultura Clovis se le atribuye una fecha final de hace 11.500 a 10.800 años.
Clovis es la cultura de la megafauna, y se extiende por toda América del Norte, desde Canadá hasta el norte de México y desde la costa Este a la Oeste.
El mamut era su principal fuente de alimento, aunque también cazaban mastodontes, formas extintas de bisonte, caribúes, ciervos, pequeños mamíferos, pescaban y recolectaban diferentes tipos de bayas.
En 2007 aparece la teoría del cometa Clavis.
Hace 12.900 años dió origen una "zona muerta" en el registro arqueológico humano de Norteamérica, que abarca desde esa fecha hasta unos 500 años después.
La hipótesis del cometa Clovis expone que una enorme explosión atmosférica o un impacto contra el suelo de uno o múltiples objetos procedentes del espacio habría dado comienzo al periodo frío del Dryas Reciente, hace unos 12.900 años.
Esto sucedió al mismo tiempo o muy cerca de la gran extinción de la megafauna norteamericana, mamuts y perezosos terrestres gigantes entre otros, y la desaparición de la cultura prehistórica Clovis, que contaba antes de su extinción con una gran difusión por el continente.
“El equipo científico ha identificado tres niveles contemporáneos de más de 12.000 años en dos continentes que presentan materia silícea semejante a escoria (SLO)”, afirma H. Richard Lane, director de la División de Ciencias de la Tierra de la Fundación Nacional para la Ciencia de los Estados Unidos, organismo que ha financiado la investigación.
“La SLO apunta a un suceso de explosión o impacto cósmico de alta energía y respalda la opinión de que esos fenómenos motivaron el comienzo del Dryas Reciente, una época en la que se produjeron grandes alteraciones en las condiciones bióticas, humanas y climáticas”, añade Lane.
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Byron Pickering
El descubrimiento de vidrio derretido con indicios morfológicos y geoquímicos confirma que el material es de impacto. “La elevadísima temperatura a la que se derritió este vidrio parece ser idéntica a la generada en otros fenómenos resultantes de impactos cósmicos conocidos como el Cráter Barringer de Arizona y el campo de tectitas austral-asiático”, reconoce James Kennett, profesor de Ciencias de la Tierra de la Universidad de California-Santa Bárbara (Estados Unidos).
“Las temperaturas extremas necesarias son idénticas a las de la detonación de una bomba atómica, lo suficientemente elevadas como para que la arena se derrita y entre en ebullición”.

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