Los paredones secos de las Dry Falls mostraban un paisaje muy diferente hace unos 12.000 años. La huella de su acción sobre la roca nos enseña lo que debió ser el conjunto de cascadas más grande del planeta cuando toda el agua del deshielo de la glaciación Wisconsin se precipitó por ahí.
Byron Pickering
Situadas en la cuenca del antiquísimo Grand Coulee, en la región donde actualmente reina el Río Columbia, los gigantescos acantilados de basalto que forman estas antiguas cataratas secas vieron pasar sobre ellas una cantidad de agua inconcebible. Y este era el asentamiento Clovis.
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